
Habitualmente no soy de comer lo que se conoce como “comida chatarra”, “comida de carrito”, “comida de puestos callejeros”. No es que no me guste un buen cono de papas fritas o una hamburguesa sino que en general no acostumbro comer comida frita y carne consumo muy poco, pero en Bolivia, carne, frituras y almuerzos en la calle se tornaron una práctica habitual y una experiencia riquísima como barata.
Entonces fue durante la “Fiesta de las Alasitas” que me encontré otra vez en la calle, comiendo bajo unos toldos con mis amigos de viaje y una innumerable cantidad de comensales que sin prejuicio comían lo que gustaran como en el mejor de los restaurante.
Me di cuenta que quería un choripán, pero para eso debía volver a Argentina. Igual, pedí chorizo porque se veía muy tentador y me trajeron un “Chorizo XL”, con ensalada y una cuchara…
“¿Una cuchara? Me darías un cuchillo y un tenedor por favor!!!” Y la respuesta fue una risotada y mi cara de asombro generó más carcajadas todavía. Cuando miré a mi alrededor, esperando los elementales cubiertos para comer un chorizo. No vi tenedores, muy pocos cuchillos y machas cucharas. La verdad que no entendía nada.
Al fin me trajeron un cuchillo y tenedor y pude disfrutar mi chorizo!!!
Hola Juan Manuel, y como cortaste el chorizo? Yo también hubiese pedido tenedor y cuchillo
Un abrazo viajero,
Aby
Podría haberlo comido con la mano como cualquier hijo de vecino y cortarlo con los dientes. No me molesta hacerlo y comer con la mano hasta le da otro sabor a la comida pero una cosa es que no me dieran cubiertos y otra cosa es una cuchara para comer esa comida. Parecía broma, así que a pesar de las risas de la vendedora insistí hasta que me trajeron cuchillo y tenedor!
Lo único que para cuando me los dieron el chorizo ya estaba frío!!!
Te mando otro abrazo y te agradezco que andes rumbeando por acá!!!