
Un día, no sé bien por qué me pregunté algo así como ¿por qué viajo? Y con algunas palabras busqué responder y responderme…
Entonces comencé a escribir, a describir por qué viajo y dije cosas como que: “No quiero ser el gallo sobre la veleta.
Prefiero ser en el viento y que este enrede en mis cabellos los sueños” Pero más allá de mis palabras me interesaban las palabras de otros, de los que me leen, de los que viajan y al final de ese post que se llamó ¡¿Qué por qué viajo!? Lo cerraba la
invitación a que me contaran por qué viajaban aquellos que me leían y ahora es momento de compartir esas experiencias…
Prefiero ser en el viento y que este enrede en mis cabellos los sueños” Pero más allá de mis palabras me interesaban las palabras de otros, de los que me leen, de los que viajan y al final de ese post que se llamó ¡¿Qué por qué viajo!? Lo cerraba la
invitación a que me contaran por qué viajaban aquellos que me leían y ahora es momento de compartir esas experiencias…
Por qué viajan…
Las respuestas llegaron por Facebook y por aquí. Son de lo más variadas y todas tienen un nexo común: viajar, como sea y por las razones que sea VIAJAR!!!
Al azar tomé las palabras de Mariano Cadeneau para comenzar e intentar entender que nos motiva a viajar y desandar esa hipótesis que versa que “viajar nos hace bien, libres”
“Viajo porque me apasiona hacerlo, porque haciéndolo me siento libre, porque amo descubrir nuevos lugares y culturas a través de generar vínculos con las personas, también viajo porque amo poder compartir lo vivido y aprendido en cada retorno y porque en cada viaje me conozco más a mí mismo y a los que me rodean, en cada viaje crezco y me enriquezco como persona”
Mariela
Mendoza fue otra de las viajeras y lectoras que sumó su respuesta diciéndonos: “Viajo porque viajar alimenta mi espíritu, viajo para recordar que el mundo está lleno de buenas personas y no es lo que nos muestra las noticias, viajo porque mi ciudad me “encierra” en una pequeña porción de la tierra sobre la cual no me basta la visión del mundo, viajo porque mi familia esta en la ruta, viajó porque viajando me siento más en casa que en mi propio espacio”
Mendoza fue otra de las viajeras y lectoras que sumó su respuesta diciéndonos: “Viajo porque viajar alimenta mi espíritu, viajo para recordar que el mundo está lleno de buenas personas y no es lo que nos muestra las noticias, viajo porque mi ciudad me “encierra” en una pequeña porción de la tierra sobre la cual no me basta la visión del mundo, viajo porque mi familia esta en la ruta, viajó porque viajando me siento más en casa que en mi propio espacio”
No sé a ustedes, pero yo, me sentí muy cercano a esas palabras de Mariela cuando decía: “viajando me siento más en casa que en mi propio espacio” Siento que puedo compararlas con otras mías cuando supe afirmar que “Nunca he estado más acompañado en mi vida que viajando solo” Pero no nos desviemos que este escrito versa sobre los qué viajan y por qué lo hacen…
Y un día uno se inicia en esto de viajar. Se sabe la fecha del comienzo, el primer lugar visitado pero nadie puede asegurar cuando ha de terminar y entonces aparecen palabras como las de Quicke Tsuki: “Soy nuevo en esto de viajar y voy muy despacito” (…) “Viajo porque me estaba muriendo en mi ciudad, y renací cuando me fui. Sigo viajando porque la incertidumbre y la sorpresa del camino, el no saber que va a pasar luego, no sólo me mantiene vivo sino que me rejuvenece. Viajo por iniciación. Para seguir siendo aprendiz. Viajo para no morir como los personajes de “El ancho mundo allá lejos”. Pero más que nada viajo porque esta bueno, porque me gusta”
Adela
También se inicia en el “viajerismo” como diría una viajera amiga y como otros, siente que debe “escapar”, salirse de esa jaula que la aprisiona que para muchos es el lugar donde uno vive pero va más allá y da otro sentido al concepto “viajar”: “Por ahora viajo con mi mente, basados en pocos viajes armados, y en este último tiempo con los viajes de los demás, pero ya no es un me gustaría, lo voy hacer, de a poco paulatinamente, a mi manera, pero lo haré, abriré la puerta de la jaula y saldré, volaré tras las huellas de algunos dibujando mi propio camino….!”
También se inicia en el “viajerismo” como diría una viajera amiga y como otros, siente que debe “escapar”, salirse de esa jaula que la aprisiona que para muchos es el lugar donde uno vive pero va más allá y da otro sentido al concepto “viajar”: “Por ahora viajo con mi mente, basados en pocos viajes armados, y en este último tiempo con los viajes de los demás, pero ya no es un me gustaría, lo voy hacer, de a poco paulatinamente, a mi manera, pero lo haré, abriré la puerta de la jaula y saldré, volaré tras las huellas de algunos dibujando mi propio camino….!”
Me pregunto si cuando habla ella habla de los viajes de los demás se referirá a blogueros-viajeros como yo y otros. Creo que sí y si me lo permiten decir: ¡me siento halagado!
Me gustan los que viajan para dar respuestas en el futuro!
Para eso viaja Santiago Lizio: “Porque una vez pensé que el día que ya no esté más en este mundo, no me gustaría no saber qué responder cuando me pregunten: ¿y cómo es el mundo en el que vivías? Por eso viajo, y por muchos motivos más…”
También están los que viajan para encontrarse y reencontrarse como Camilo: “Viajo para escapar del tedio, de la rutina, y hasta de mi mismo, o más bien debo decir, para volver a encontrarme a mi mi mismo y a mi verdadera esencia.
Para conocer otras culturas, otras forma de vida, recrear la vista, hacer nuevas amistades, también para recobrar la confianza en mi mismo y en la vida, que a pesar de todo es bella”
Para conocer otras culturas, otras forma de vida, recrear la vista, hacer nuevas amistades, también para recobrar la confianza en mi mismo y en la vida, que a pesar de todo es bella”
Y los que viajan para encontrarse no son pocos creo. Si no, miren lo que tiene Yani para decir: “Para poder desatarme del día a día repetitivo porque me siento un árbol que crece en un lugar porque quiero ser sincera conmigo misma…. conocerme y animarme a lo que no me imagino…”
Y mientras unos anhelan viajar a Perú, recorrer las calles de su capital MarcoAntonio prefiere escapar: “Yo viajo porque en parte deseo huir de la ciudad donde vivo, Lima y su estresante forma de vida. Hay gente que es feliz así no los juzgo, pero no es lo mío, no podría estar en una rutina, trabajo, casa, trabajo, hijos… como que soy algo “salvaje” pero además estar de un lugar a otro y conocer gente nueva me llena de una emoción indescriptible, sé que no voy a estar indefinidamente en plan de nómada pero mientras haya energía pues a tirar dedo”
Ah…, las fronteras, esos inventos artificiales que los estados no le han podido
imponer a los corazones! No es así Hossana!?
imponer a los corazones! No es así Hossana!?
Viajo…!!
Viajo porque no hay fronteras en mi corazón, ni en mi mente, ni en mi alma.
Viajo porque así como pudimos ver el sol, las nubes, la luna, las estrellas desde nuestra casa donde vivíamos cuando estábamos creciendo, los podemos ver también cada vez que viajamos desde la cima de una montaña, acostados en la arena en una playa, en una isla, frente al océano. Viajo porque así, descubrimos el carácter y personalidades tan únicas de las personas
que existen en todo el mundo. Viajo porque eso es lo que más enriquece mi alma. Viajo por todo eso que me mueve a tener nuevas experiencias para tener mi mente mucho más abierta, que ni un millón de dólares en mi bolsillo lo podría lograr… Viajo porque es mi pasión… y finalmente viajo porque mi vida me la dio alguien que me hizo capaz de volar como un ave por este mundo!!!
Viajo porque no hay fronteras en mi corazón, ni en mi mente, ni en mi alma.
Viajo porque así como pudimos ver el sol, las nubes, la luna, las estrellas desde nuestra casa donde vivíamos cuando estábamos creciendo, los podemos ver también cada vez que viajamos desde la cima de una montaña, acostados en la arena en una playa, en una isla, frente al océano. Viajo porque así, descubrimos el carácter y personalidades tan únicas de las personas
que existen en todo el mundo. Viajo porque eso es lo que más enriquece mi alma. Viajo por todo eso que me mueve a tener nuevas experiencias para tener mi mente mucho más abierta, que ni un millón de dólares en mi bolsillo lo podría lograr… Viajo porque es mi pasión… y finalmente viajo porque mi vida me la dio alguien que me hizo capaz de volar como un ave por este mundo!!!
Seguramente
habrá tantas motivaciones para viajar como viajeros en el mundo. Aquí sólo reuní algunas palabras, las uní,
las sumé para que no se perdieran por ahí…
habrá tantas motivaciones para viajar como viajeros en el mundo. Aquí sólo reuní algunas palabras, las uní,
las sumé para que no se perdieran por ahí…
A todos los que se animaron a compartir sus por qué muchas gracias, entre todos hemos armado un lindo texto. Una suerte
de cadáver exquisito viajero que cerrarán las palabras de A.Z.R. (Andrea Rossetti)
de cadáver exquisito viajero que cerrarán las palabras de A.Z.R. (Andrea Rossetti)
Y entonces el amigo desconocido, o no tanto, propuso la consigna, para co-pensar los diversos significados de VIAJAR…
VIAJAR para mí…significa desplegar las alas para volar, con un impulsos suficientemente fuerte como para borrar esos límites que calcábamos en nuestros mapas, en la escuela primaria….alas del alma para conectarnos con otras almas…
VIAJAR para correr los velos de los prejuicios que nos separan, profundizando para conocer, conociendo para profundizar, en el misterio de lo pseudodesconocido…
VIAJAR para descubrir otras tierras, que son la nuestra, dispuestos a absorber las energías sutiles que nos abrazan por aquí y por allá…las de la luna y el sol, en amaneceres o anocheceres que se nos presentan creativos, a pesar de su
ritmo cíclico….
VIAJAR para observar otras culturas, otras formas, otras cotidianeidades, sintiendo en la piel la música de la humanidad…
VIAJAR para saborear la cocina del mundo, ese gran espacio amasado con tradiciones heredadas y fogones encendidos…
VIAJAR para entregarme a la seducción de caminos soñados, de rutas solitarias o compartidas, donde los tiempos son espejismos…
VIAJAR para sorprenderme con la inocencia de mi niña intacta, con hambre de juegos y risas, con sed de vínculos y charlas….
VIAJAR para encontrar postales añoradas, gentes que extrañaba…. Hay en los olores de la natura una casa que nos espera…en los sonidos, sinfonías esperando para ser rescatadas…en los colores de los ríos, valles o
montañas, clases de arte eterno para ser atesorado….
No me escapo cuando viajo, porque me encuentro más conmigo, con mi verdadera
esencia, descontaminada de relojes y rutinas dañinas…porque aprendo con cada
pisada nuevas lecciones de vida…
VIAJAR me transforma, me enriquece, me hace mejor persona….
VIAJAR me hace LIBRE
VIAJAR para mí…significa desplegar las alas para volar, con un impulsos suficientemente fuerte como para borrar esos límites que calcábamos en nuestros mapas, en la escuela primaria….alas del alma para conectarnos con otras almas…
VIAJAR para correr los velos de los prejuicios que nos separan, profundizando para conocer, conociendo para profundizar, en el misterio de lo pseudodesconocido…
VIAJAR para descubrir otras tierras, que son la nuestra, dispuestos a absorber las energías sutiles que nos abrazan por aquí y por allá…las de la luna y el sol, en amaneceres o anocheceres que se nos presentan creativos, a pesar de su
ritmo cíclico….
VIAJAR para observar otras culturas, otras formas, otras cotidianeidades, sintiendo en la piel la música de la humanidad…
VIAJAR para saborear la cocina del mundo, ese gran espacio amasado con tradiciones heredadas y fogones encendidos…
VIAJAR para entregarme a la seducción de caminos soñados, de rutas solitarias o compartidas, donde los tiempos son espejismos…
VIAJAR para sorprenderme con la inocencia de mi niña intacta, con hambre de juegos y risas, con sed de vínculos y charlas….
VIAJAR para encontrar postales añoradas, gentes que extrañaba…. Hay en los olores de la natura una casa que nos espera…en los sonidos, sinfonías esperando para ser rescatadas…en los colores de los ríos, valles o
montañas, clases de arte eterno para ser atesorado….
No me escapo cuando viajo, porque me encuentro más conmigo, con mi verdadera
esencia, descontaminada de relojes y rutinas dañinas…porque aprendo con cada
pisada nuevas lecciones de vida…
VIAJAR me transforma, me enriquece, me hace mejor persona….
VIAJAR me hace LIBRE