
¿No han visitado la feria de Tarabuco? La pregunta se hizo presente en el patio del hostel como una invitación ineludible.
Jamás había escuchado de tal lugar. Ni siquiera lo recordaba de las infinitas veces que repasé el mapa boliviano y no dudé en aceptar la invitación.
El dueño del hostel se ofreció a llevarnos a la parada de buses y arregló el precio del boleto para que no nos cobraran de más.
Tanto Andrea como Antonela, mis compañeras en este viaje (otra muestra de que nunca se viaja solo), no conocían el pueblo y eso aumentaba nuestra curiosidad.
La feria de Tarabuco
Los domingos hay feria y ahí fuimos nosotros, bajo la lluvia y amontonados en un pequeño bus que nos costó 10 Bs. Bajo la lluvia habitual de estos días en Bolivia y tras dos horas de viaje, arribamos a la plaza central de Tarabuco. A primera vista no prometía demasiado y la llovizna parecía que arruinaría nuestro paseo.
Avanzamos unos pasos y nos adentramos en un sinfín de toldos de plástico que protegían la mercadería más diversa y bonita que se puedan imaginar. Ropas y colores típicos se mezclaban con productos para el cabello a base de aloe vera natural; artefactos eléctricos y cientos de adornos uno más bello que el otro y a un precio increíblemente barato.
La feria es el punto de encuentro y de venta de las familias Yampara, que vienen desde las zonas rurales con sus mercaderías para venderlas y hasta practicar el intercambio de productos porque, en estos parajes bolivianos, el trueque sigue vigente, como si el capitalismo no existiera y eso para mí, es como mágico!
Los yamparaenses son otro espectáculo de color. Sus vestimentas, ponchos, sandalias y gorros son tan atractivos como lo que ofrecen en sus puestos.
Batalla de Tarabuco
Al dejar el bus en la plaza una estatua decía presente y anunciaba parte de la historia del pequeño pueblo. Un aborigen con un cuerno ensangrentado y el corazón en la mano de un español vencido a sus pies le daba un aspecto temerario como atractivo.
El guerrillero indígena es además de un recordatorio un homenaje a aquellos bravos caudillos caídos en la “Batalla de Carretas y Jumbate” . En 1814 los Yamparaz se enfrentaban con los españoles en las colinas de Carretas y la batalla terminó con un saldo desastroso y se cobró la vida del caudillo y poeta “Juan Huallparimachy”
Dos años después en 1816 los indígenas tendrán revancha y darán origen a la batalla más sangrienta de Bolivia. Esta batalla les dará el nombre de “Sonkqo Mikus” a aquellos fieros guerreros que a modo de venganza le extirparon los corazones a los españoles caídos en batalla y como si esa manifestación no bastara, se comieron los corazones para horror de los pocos sobrevivientes.
Vuelta a Sucre
Como aquellos guerreros victoriosos volvía a Sucre con el orgullo de haber visitado un lugar casi olvidado en el mapa. De haberme salido de la ruta pre establecida y con un montón de historias que no quedarán en las calles llenas de agua y barro, sino que serán parte de otra entrada que les relataré más adelante…
Datos para visitar Tarabuco
· Se llega en bus (10 Bs) o taxi, en más o menos dos horas de viaje dependiendo del
clima desde Sucre.
clima desde Sucre.
· La feria se realiza cada mañana y es aconsejable visitarla temprano.
· El Pujllay es la fiesta más importante de Tarabuco, se lleva a cabo cada año durante el tercer domingo de marzo. Es uno de los festivales más costumbristas y folklóricos de Bolivia. Tiene su origen en la celebración de un festejo guerrero de la época de la emancipación boliviana. Hombres y mujeres se visten con sus mejores trajes típicos para la ocasión. El
vestuario es muy colorido. La música del “pujllay” se la ejecuta con instrumentos aerófonos
llamados “Tokoro” y “pinkillos”, se marca su ritmo con espuelas hechas con láminas de hierro, sujetadas en una sandalia.
Durante el tiempo que dura la celebración todas las personas bailan y se divierten sin parar
vestuario es muy colorido. La música del “pujllay” se la ejecuta con instrumentos aerófonos
llamados “Tokoro” y “pinkillos”, se marca su ritmo con espuelas hechas con láminas de hierro, sujetadas en una sandalia.
Durante el tiempo que dura la celebración todas las personas bailan y se divierten sin parar
Muy bueno el relato Juan cómo siempre!!!!
Gracias che!
Si aun no lo conoces no dejes de ir a Tarabuco. Recordá, el domingo es el mejor día para comprar lo mismo que en toda Bolivia pero más barato, mucho más barato!
Un abrazo y buenos rumbos!!!